La salud de los pueblos fumigados
Después de 15 años de fumigaciones sistemáticas, los equipos de salud de los pueblos fumigados detectan un cambio en el patrón de enfermedades es sus poblaciones: los problemas respiratorios son mucho más frecuentes y vinculados a las aplicaciones, igual que las dermatitis crónicas. Los pacientes epilépticos convulsionan mucho más frecuentemente en esta época de fumigación. Son más frecuentes la depresión y los trastornos inmunitarios. Aumentaron notablemente las consultas por infertilidad en varones y mujeres. Se detecta también un aumento de trastornos tiroideos y de diabetes. Cada vez nacen más niños con malformaciones en estas zonas, especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con la época de fumigaciones. Síndromes de Down y otros problemas se diagnostican con frecuencia en estas áreas. Mas del 30% de las personas que mueren en estos pueblos fumigados fallese por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor al 20%. Los colectivos de agricultores, multinacionales fabricantes de agroquímicos y el gobierno han defendido el uso de estas sustancias siempre que se cumpla con las debidas precauciones, como la fumigación alejada de las ciudades y pueblos y solo en los días en que no haya viento.